Iglesia de Dios Todopoderoso | Prefacio

Iglesia de Dios Todopoderoso | Prefacio

    Aunque muchas personas creen en Dios, pocas entienden qué significa la fe en Él, y qué deben hacer para ser conforme a Su corazón. Esto se debe a que, aunque están familiarizadas con la palabra “Dios” y expresiones como “la obra de Dios”, no le conocen, y mucho menos Su obra. No es de extrañar, por tanto, que todos los que no conocen a Dios posean una creencia confusa. No se toman en serio la creencia en Él, porque es demasiado desconocido, demasiado extraño para ellos. De esta forma, no están a la altura de las exigencias de Dios. Es decir, si las personas no conocen a Dios ni Su obra, no son aptas para que Él las use, y menos aún pueden satisfacer Su deseo. “La creencia en Dios” significa creer que hay un Dios; este es el concepto más simple de la fe en Él. Aún más, creer que hay un Dios no es lo mismo que creer verdaderamente en Él; más bien es una especie de fe simple con fuertes matices religiosos. La fe verdadera en Dios significa que la gente experimenta Sus palabras y Su obra en base a la creencia de que Él tiene soberanía sobre todas las cosas. Por tanto, se logrará desechar el carácter corrupto, se satisfará el deseo de Dios, y se llegará a conocerlo. Sólo emprendiendo ese paso se puede decir que se cree en Dios. Sin embargo, las personas consideran a menudo que la creencia en Dios es algo muy simple y frívolo. La creencia de tales personas no tiene sentido y nunca obtendrá Su aprobación, porque marchan por la senda equivocada. Hoy siguen existiendo quienes creen en Dios en las letras, en doctrinas huecas. No son conscientes de que su creencia en Dios no tiene esencia, y de que son incapaces de obtener Su aprobación, y siguen orando por la paz y la gracia suficiente de Dios. Deberíamos tranquilizarnos y reflexionar: ¿Creer en Dios podría ser realmente la cosa más fácil de la tierra? ¿No significa creer en Dios algo más que recibir mucha gracia de Él? ¿Pueden las personas que creen en Él, sin conocerle, y las que creen en Él pero se le oponen, satisfacer realmente Su deseo?

    No se puede hablar de Dios y del hombre como iguales. Su esencia y Su obra son lo más insondable e incomprensible para el hombre. Si Dios no realiza personalmente Su obra ni pronuncia Sus palabras entre los hombres, este nunca sería capaz de entender Su voluntad, y así, incluso aquellos que le han dedicado toda su vida, serían incapaces de obtener Su aprobación. Sin la obra de Dios, no importa qué tan bien esté trabajando el hombre; no servirá para nada, porque los pensamientos de Dios siempre serán más elevados que los del hombre, y Su sabiduría es insondable para este. Por tanto, afirmo que quienes han “visto claramente” a Dios y Su obra son ineficaces, todos arrogantes e ignorantes. El hombre no debería definir la obra de Dios; además, no puede hacerlo. A los ojos de Dios, el hombre es simplemente más pequeño que una hormiga, así que, ¿cómo puede este sondear Su obra? Los que están diciendo constantemente: “Dios no obra de esta o de esa manera” o “Dios es esto o aquello”, ¿no son todos ellos arrogantes? Deberíamos saber todos que Satanás ha corrompido a las personas, que son de la carne. Su naturaleza es oponerse a Dios, y no están en paridad con Él, mucho menos pueden ofrecer consejo para la obra de Dios. Cómo guía Él al hombre es Su propia obra. El hombre debería someterse, y no tener tal y tal opinión, porque no es sino polvo. Puesto que tratamos de buscar a Dios, no deberíamos superponer nuestros conceptos acerca de la obra de Dios para Su consideración, menos aún emplear nuestro carácter corrupto para intentar deliberadamente oponernos a la obra de Dios. ¿No nos convertiría esto en anticristos? ¿Cómo podrían esas personas decir que creen en Dios? Puesto que creemos que existe Dios, y puesto que deseamos satisfacerlo y verlo, deberíamos buscar el camino de la verdad, y un camino compatible con Él. No deberíamos permanecer en una oposición terca hacia Dios; ¿qué de bueno podría salir de tales acciones?

    Hoy, Dios tiene nueva obra. Puede que no aceptes estas palabras; tal vez te parezcan extrañas, pero te aconsejo que no reveles tu naturalidad, porque sólo aquellos que tienen verdaderamente hambre y sed de justicia delante de Dios pueden obtener la verdad. Él sólo puede ilustrar y guiar a aquellos que son verdaderamente devotos. Nada se obtendrá de buscar la verdad por medio de disputas. Sólo al buscar con calma se puede obtener resultados. Cuando digo que “Dios tiene hoy nueva obra”, me estoy refiriendo a Su regreso a la carne. Quizás no te importen estas palabras, quizás las desprecies o quizás sean de un gran interés para ti. Cualquiera que sea el caso, espero que todos los que anhelan realmente la aparición de Dios puedan afrontar esta realidad y considerarla con detenimiento. Es mejor no saltar a las conclusiones. Esta es la forma en que deberían actuar las personas sabias.

     Investigar algo así no es difícil, pero requiere que cada uno de nosotros conozca esta verdad: Aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su esencia, y aquel que es la encarnación de Dios tendrá Su expresión. Haciéndose carne, Dios traerá la obra que debe hacer, y haciéndose carne expresará lo que Él es; será, asimismo, capaz de traer la verdad al hombre, de concederle vida, y de mostrarle el camino. La carne que no contiene la esencia de Dios seguramente no es el Dios encarnado; de esto no hay duda. Para investigar si es la carne encarnada de Dios, el hombre debe determinarlo a partir del carácter que Él expresa y de las palabras que Él habla. Es decir, si es o no la carne encarnada de Dios, y si es o no el camino verdadero, debe discernirse a partir de Su esencia. Y así, para determinar[a] si es o no la carne de Dios encarnado, la clave está en prestar atención a Su esencia (Su obra, Sus palabras, Su carácter, y mucho más), en lugar de fijarse en Su apariencia exterior. Si el hombre sólo ve Su apariencia exterior, y pasa por alto Su esencia, demostrará la ignorancia y la ingenuidad del hombre. La apariencia externa no determina la esencia; aún más, la obra de Dios nunca se ha conformado a los conceptos del hombre. ¿No estaba reñida la apariencia exterior de Jesús con los conceptos humanos? ¿No eran Su aspecto y Sus vestiduras incapaces de proporcionar pista alguna sobre Su verdadera identidad? ¿No fue la razón por la que los antiguos fariseos se opusieron a Jesús, porque simplemente miraban Su aspecto exterior, y no se tomaron en serio las palabras que Él habló? Mi esperanza es que los hermanos y hermanas, que buscan la aparición de Dios, no repitan la tragedia histórica. No debéis convertiros en los fariseos de los tiempos modernos y clavar a Dios de nuevo en la cruz. Deberíais considerar cuidadosamente cómo dar la bienvenida al retorno de Dios, y tener una mente clara acerca de cómo ser alguien que se somete a la verdad. Esta es la responsabilidad de todo aquel que está esperando que Jesús vuelva con las nubes. Deberíamos frotarnos nuestros ojos espirituales, y no caer presas de las palabras llenas de ilusiones. Deberíamos pensar en la obra actual de Dios, y echar un vistazo a Su lado práctico. No os dejéis llevar por las fantasías ni os perdáis en ilusiones buscando siempre el día en que el Señor Jesús descienda repentinamente sobre vosotros en una nube para llevaros a vosotros que nunca lo habéis conocido o visto, y que no sabéis cómo hacer Su voluntad. ¡Es mejor pensar en asuntos prácticos!

    Tal vez hayas abierto este libro con el propósito de investigar, o con la intención de aceptar; cualquiera que sea tu actitud, espero que lo leas hasta el final, y que no lo dejes de lado fácilmente. Después de leer estas palabras, es posible que tu actitud cambie, pero eso depende de cuán motivado estés y con cuánta presteza tomes las cosas en serio. Sin embargo, deberías saber una cosa: la palabra de Dios no puede hablarse como la del hombre, y menos aún que la de este se pronuncie como la de Dios. Un hombre usado por Dios no es el Dios encarnado, y el Dios encarnado no es un hombre usado por Dios; en esto, hay una diferencia esencial. Después de leer estas palabras quizás no aceptes que sean las palabras de Dios, y sólo las aceptes como las palabras de un hombre que ha sido iluminado. En ese caso, eres demasiado ignorante. ¿Cómo pueden ser las palabras de Dios lo mismo que las de un hombre que ha sido iluminado? Las palabras del Dios encarnado inician una nueva era, guían a toda la humanidad, revelan misterios y le muestran al ser humano la dirección de avance en una nueva era. La iluminación obtenida por el hombre no es sino simple práctica o conocimiento. No puede guiar a toda la humanidad a una nueva era ni revelar el misterio de Dios mismo. Después de todo, Dios es Dios, y el hombre es hombre. Dios tiene la esencia de Dios, y el hombre la del hombre. Si este considera las palabras habladas por Dios como una simple iluminación del Espíritu Santo, y las de los apóstoles y profetas como palabras habladas personalmente por Dios, está equivocado. Pese a quien pese, nunca deberías considerar erróneo lo correcto ni hablar de lo elevado como bajo, ni de lo profundo como superficial. Pese a quien pese, nunca deberías refutar deliberadamente aquello que sabes que es la verdad. Todo el que cree que existe Dios debería considerar este problema desde el punto de vista correcto, y aceptar Su nueva obra y Sus palabras como una criatura de Dios; de lo contrario, será eliminado por Él.

    Después de la obra de Jehová, Jesús se encarnó para hacer Su obra en medio del hombre. No la llevó a cabo de forma aislada, sino que la construyó sobre la de Jehová. Era una obra para una nueva era después de que Dios pusiera fin a la Era de la Ley. De forma parecida, después de que terminara la obra de Jesús, Dios continuó Su obra para la siguiente era, porque toda Su gestión siempre va avanzando. Cuando pase la vieja era, será sustituida por una nueva, y una vez que la antigua se haya completado, una nueva continuará la gestión de Dios. Esta encarnación es la segunda de Dios tras la terminación de la obra de Jesús. Por supuesto, no ocurre de forma independiente, sino que es la tercera etapa después de la Era de la Ley y la de la Gracia. Cada nueva etapa de la obra de Dios siempre trae un nuevo comienzo y una nueva era. Así también hay cambios correspondientes en el carácter de Dios, en Su forma de obrar, en el lugar de Su obra y en Su nombre. No es de extrañar, por tanto, que al hombre le resulte difícil aceptar la obra de Dios en la nueva era. Pero independientemente de cómo se le oponga el hombre, Dios siempre está realizando Su obra, y guiando a toda la humanidad hacia adelante. Cuando Jesús vino al mundo del hombre, trajo la Era de la Gracia y terminó la de la Ley. Durante los últimos días, Dios se hizo carne una vez más y, esta vez acabó la Era de la Gracia y trajo la del Reino. Todos aquellos que acepten la segunda encarnación de Dios serán conducidos a la Era del Reino, y podrán aceptar personalmente Su dirección. Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así, después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida.

    Si las personas permanecen en la Era de la Gracia, nunca se liberarán de su carácter corrupto, por no decir que nunca conocerán el carácter inherente de Dios. Si las personas viven siempre en medio de una abundancia de gracia pero no tienen el camino de vida que les permita conocer y satisfacer a Dios, entonces nunca lo obtendrán verdaderamente aunque crean en Él. Qué forma más deplorable de creer. Cuando hayas terminado de leer este libro, cuando hayas experimentado cada etapa de la obra del Dios encarnado en la Era del Reino, sentirás que las esperanzas de muchos años se han realizado finalmente. Sentirás que sólo ahora has visto realmente a Dios cara a cara; sólo ahora has mirado Su rostro, oído Sus declaraciones personales, apreciado la sabiduría de Su obra, y sentido realmente cuán real y todopoderoso es Él. Sentirás que has obtenido muchas cosas que las personas de tiempos pasados nunca han visto o poseído. En esta ocasión, sabrás claramente qué es creer en Dios, y qué es ser conforme a Su corazón. Por supuesto, si te aferras a los puntos de vista del pasado, y rechazas o niegas la realidad de la segunda encarnación de Dios, entonces te quedarás con las manos vacías y no obtendrás nada, y en última instancia serás culpable de oponerte a Dios. Los que obedecen la verdad y se someten a la obra de Dios vendrán bajo el nombre del segundo Dios encarnado, el Todopoderoso. Serán capaces de aceptar la dirección personal de Dios, y adquirirán más verdad y más elevada, y recibirán la vida humana real. Contemplarán la visión que las personas del pasado nunca han visto: “Y me volví para ver la voz que me hablaba. Y cuando había volteado, vi siete candelabros dorados. Y en medio de ellos había uno como el Hijo del Hombre, vestido con ropa hasta los pies y ceñido por encima del pecho con una faja dorada. Su cabeza y Su cabello eran blancos como la lana, tan blancos como la nieve; y Sus ojos eran como flamas de fuego; y Sus pies como bronce fino, como si se estuvieran quemando en una estufa; y Su voz como el sonido de muchas aguas. Tenía en Su mano derecha siete estrellas; y de Su boca salía una espada afilada de dos lados; y Su semblante era como la luz del sol en su fuerza” (Apocalipsis 1:12-16). Esta visión es la expresión de todo el carácter de Dios, y tal expresión del mismo lo es también de la obra de Dios cuando se hace carne esta vez. En los torrentes de castigos y juicios, el Hijo del Hombre expresa Su carácter inherente hablando palabras, permitiendo que todos aquellos que acepten Su castigo y juicio vean el verdadero rostro del Hijo del Hombre, un rostro que es un fiel retrato del visto por Juan. (Por supuesto, todo esto será invisible para aquellos que no acepten la obra de Dios en la Era del Reino). El verdadero rostro de Dios no puede articularse plenamente usando las palabras del hombre, y por tanto Dios usa la expresión de Su carácter inherente para mostrar Su verdadero rostro al hombre. Es decir, todos los que han experimentado el carácter inherente del Hijo del Hombre han visto Su verdadero rostro, porque Dios es demasiado grande y no puede articularse usando las palabras del hombre. Una vez que este haya experimentado cada paso de la obra de Dios en la Era del Reino, sabrá el verdadero sentido de las palabras de Juan cuando hablaba del Hijo del Hombre entre los candeleros: “Su cabeza y Su cabello eran blancos como la lana, tan blancos como la nieve; y Sus ojos eran como flamas de fuego; y Sus pies como bronce fino, como si se estuvieran quemando en una estufa; y Su voz como el sonido de muchas aguas. Tenía en Su mano derecha siete estrellas; y de Su boca salía una espada afilada de dos lados; y Su semblante era como la luz del sol en su fuerza”. En ese momento, sabrás sin duda que esta carne ordinaria que ha hablado tantas palabras es realmente el segundo Dios encarnado. Y sentirás realmente cuán bendecido eres, y te sentirás el más afortunado. ¿No deseas a aceptar esta bendición?

    La primera parte de este libro son las palabras que el Hijo del Hombre pronunció personalmente, después de revelarse a sí mismo de manera oficial. Incluye un rico contenido de varios tipos de declaraciones y de palabras como profecías, la revelación de misterios y el camino de vida. Son predicciones para el futuro del reino, revelaciones de los misterios del plan de gestión de Dios, disecciones de la naturaleza del hombre, exhortaciones y advertencias, juicios severos, palabras de consolación sinceras, hablar de la vida, de la entrada, etc. En resumen, lo que Dios tiene, lo que es, y Su carácter se expresan todos en Su obra y palabras. Por supuesto, cuando Dios se hace carne esta vez, Su obra es expresar Su carácter, principalmente por medio del castigo y el juicio. Usando esto como el fundamento, trae más verdad al hombre, muestra más formas de práctica, y por tanto logra Su objetivo de conquistar al hombre y salvarlo de su carácter corrupto. Esto es lo que hay detrás de la obra de Dios en la Era del Reino. ¿Deseas entrar en la nueva era? ¿Deseas librarte del carácter corrupto? ¿Deseas obtener una verdad más elevada? ¿Deseas ver el verdadero rostro del Hijo del Hombre? ¿Deseas vivir una vida que merezca la pena? ¿Deseas que Dios te perfeccione? Entonces, ¿cómo acogerás el regreso de Jesús?

Nota al pie:

a. El texto original dice “en cuanto a”.

Iglesia de Dios Todopoderoso —— La diferencia entre la obra de quienes son usados por Dios y la obra de los líderes religiosos

https://www.kingdomsalvation.org/es/videos/gospel-movie-rapture-in-peril-12.html

Iglesia de Dios Todopoderoso —— La diferencia entre la obra de quienes son usados por Dios y la obra de los líderes religiosos

Introducción

        En el mundo religioso muchas personas consideran que la obra llevada a cabo por pastores y ancianos inteligentes y talentosos es la obra de los hombres usados por Dios, y los adoran y siguen a ciegas. Estas personas son engañadas y controladas por el conocimiento bíblico explicado por los fariseos religiosos, sus teorías teológicas y sus herejías y falacias que están en línea con las nociones e imaginaciones humanas hasta el punto de que estas personas no tienen ni el más mínimo entendimiento de la verdad, después de haber creído en Dios durante muchos años, ni tampoco ha cambiado en absoluto su carácter de vida. Sólo recorren inadvertidamente la senda de la resistencia a Dios del fariseo. Entonces, ¿cuál es la verdadera diferencia entre la obra de los hombres usados por Dios y la obra de los líderes y personalidades famosas religiosos?

 

       Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor Jesús, Cristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido.

       Declaración especial: la producción de este vídeo la ha realizado la Iglesia de Dios Todopoderoso sin fines de lucro. Los actores que aparecen en esta producción lo hacen de manera voluntaria y no han recibido ningún tipo de retribución. Este vídeo no puede ser distribuido a terceros con ánimo de lucro, y esperamos que todo el mundo lo comparta y lo distribuya de manera pública. Indiquen siempre la fuente al distribuirlo. Sin el consentimiento de la Iglesia de Dios Todopoderoso, ninguna organización, grupo social ni individuo puede falsificar ni tergiversar el contenido de este vídeo.

Iglesia de Dios Todopoderoso —— (VI) – La verdadera política religiosa que el PCCh oculta con su Constitución, al descubierto

Iglesia de Dios Todopoderoso —— (VI) – La verdadera política religiosa que el PCCh oculta con su Constitución, al descubierto

Introducción

        Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor Jesús, Cristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido.

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        Declaración especial: la producción de este vídeo la ha realizado la Iglesia de Dios Todopoderoso sin fines de lucro. Los actores que aparecen en esta producción lo hacen de manera voluntaria y no han recibido ningún tipo de retribución. Este vídeo no puede ser distribuido a terceros con ánimo de lucro, y esperamos que todo el mundo lo comparta y lo distribuya de manera pública. Indiquen siempre la fuente al distribuirlo. Sin el consentimiento de la Iglesia de Dios Todopoderoso, ninguna organización, grupo social ni individuo puede falsificar ni tergiversar el contenido de este vídeo.

Iglesia de Dios Todopoderoso —— Escucha la voz de Dios y sé ascendido al reino de los cielos | “El momento de la transformación”

Iglesia de Dios Todopoderoso —— Escucha la voz de Dios y sé ascendido al reino de los cielos | “El momento de la transformación”

       Su Mingyue es predicadora de una iglesia clandestina en la China continental. A lo largo de los años, ha sido una devota sierva del Señor empeñada en predicar para Él y cargar con su trabajo en la iglesia. Seguir leyendo «Iglesia de Dios Todopoderoso —— Escucha la voz de Dios y sé ascendido al reino de los cielos | “El momento de la transformación”»

Iglesia de Dios Todopoderoso —— Dios mismo, el único (IV) La santidad de Dios (I) Parte 2

Iglesia de Dios Todopoderoso —— Dios mismo, el único (IV) La santidad de Dios (I) Parte 2

Introducción

Las palabras de Dios del vídeo son del libro «Continuación de la palabra aparece en carne».

El contenido del vídeo:

3. Diálogo entre Satanás y Jehová Dios

Relámpago Oriental | La Iglesia de Dios Todopoderoso surgió en China por la obra de la segunda venida del Señor Jesús, el Cristo de los últimos días, «Dios Todopoderoso», y no es establecida por ninguna persona. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Después de leer la palabra de Dios, verás que Dios ha aparecido.

Aviso Legal: Este vídeo es un producto de uso público realizado de forma independiente por la Iglesia de Dios Todopoderoso. Publicamos esta producción audiovisual sin cobrar a terceros, e invitamos a todos para que lo compartan. Sin la aprobación de la Iglesia de Dios Todopoderoso, está prohibido que cualquier organización, grupo social o persona falsifique o distorsione este vídeo.

Dios Todopoderoso dice : ¿Qué es la encarnación? ¿Cuál es la esencia de la encarnación?

Dios Todopoderoso dice : ¿Qué es la encarnación? ¿Cuál es la esencia de la encarnación?

Versículo(s) bíblico(s) para referencia:

Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; ningún hombre viene al Padre si no es a través de Mí” (Juan 14:6).

Jesús le dice: ¿Tanto tiempo ha que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí: de otra manera, creedme por las mismas obras.” (Juan 14:9-11).

Yo y el Padre somos uno” (Juan 10:30).

Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación
Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación

Palabras relevantes de Dios

        El significado de la encarnación es que Dios aparece en la carne, y viene a obrar con semejanza de carne en medio del hombre de Su creación. Por tanto, para que Dios se encarne, primero debe hacerse carne, con una humanidad normal; esto, como mínimo, debe hacerse realidad. De hecho, la implicación de la encarnación de Dios es que Él vive y obra en la carne, Dios se hace carne en Su misma esencia, se hace hombre.

de ‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

        El Cristo con humanidad normal es una carne en la que el Espíritu se materializa, que posee humanidad, sentido y pensamiento normales. “Materializarse” significa que Dios se hace hombre, que el Espíritu se hace carne; dicho de otro modo, es cuando Dios mismo habita en la carne con una humanidad normal, y expresa Su obra divina a través de ello. Esto es lo que significa materializarse, o encarnarse.

de ‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

        El Dios que se hizo carne se llama Cristo, y así el Cristo que les puede dar a las personas la verdad se llama Dios. No hay nada excesivo en esto porque Él posee la esencia de Dios, y posee el carácter de Dios, y posee la sabiduría en Su obra, que el hombre no puede alcanzar. Los que así mismos se llaman Cristo, pero que no pueden hacer la obra de Dios, son fraudes. Cristo no es sólo la manifestación de Dios en la tierra, sino que es la carne particular asumida por Dios a medida que cumple y completa Su obra entre los hombres. Esta carne no es una que cualquier hombre pueda reemplazar, sino una que pueda adecuadamente llevar la obra de Dios en la tierra y expresar el carácter de Dios y representar bien a Dios y proveer al hombre con la vida.

de ‘Sólo el Cristo de los últimos días le puede dar al hombre el camino de la vida eterna’ en “La Palabra manifestada en carne”

        Al ser un hombre con la esencia de Dios, está por encima de los humanos creados, de cualquier hombre que pueda desarrollar la obra de Dios. Por tanto, entre todos los que tienen un caparazón humano como el Suyo, entre todos los que poseen humanidad, solo Él es Dios mismo encarnado; todos los demás son humanos creados. Aunque todos poseen humanidad, los humanos creados no son sino humanos, mientras que Dios encarnado es diferente: en Su carne, no solo tiene humanidad sino, más importante aún, también divinidad. La primera puede verse en la apariencia externa de Su carne y Su vida cotidiana, pero la segunda es difícil de percibir. Como Su divinidad se expresa únicamente cuando Él tiene humanidad, y no es tan sobrenatural como las personas imaginan, verla es extremadamente difícil para las personas… Como Dios se hace carne, Su esencia es una combinación de humanidad y divinidad. La combinación se llama Dios mismo, Dios mismo en la tierra.

de ‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación
Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación

        Su vida encarnada y Su obra pueden dividirse en dos etapas. Primero es la vida que vive antes de desempeñar Su ministerio. Vive en una familia humana ordinaria, en una humanidad totalmente normal, obedeciendo la moral y las leyes normales de la vida humana, con necesidades humanas normales (comida, vestido, refugio, dormir), debilidades humanas normales, y emociones humanas normales. En otras palabras, durante esta primera etapa vive en una humanidad no divina, completamente normal, y se involucra en todas las actividades humanas normales. La segunda etapa es la vida que vive después de empezar a desarrollar Su ministerio. Sigue morando en la humanidad ordinaria con un caparazón humano, sin mostrar señal externa alguna de lo sobrenatural. No obstante, vive puramente por causa de Su ministerio, y durante este tiempo Su humanidad normal existe enteramente en servicio de la obra normal de Su divinidad; y es que, por entonces, Su humanidad normal ha madurado hasta el punto de ser capaz de desempeñar Su ministerio. Por tanto, la segunda etapa de Su vida consiste en desarrollar Su ministerio en Su humanidad normal; es una vida tanto de humanidad normal como de divinidad completa. La razón por la que, durante la primera etapa de Su vida, vive en una humanidad completamente ordinaria es que esta no equivale aún a la totalidad de la obra divina, todavía no es madura; solo después de que Su humanidad madure y sea capaz de cargar con Su ministerio, puede disponerse a desempeñarlo. Como Él, siendo carne, necesita crecer y madurar, la primera etapa de Su vida es de humanidad normal, mientras que en la segunda, al ser capaz Su humanidad de acometer Su obra y desarrollar Su ministerio, la vida que el Dios encarnado vive durante ese periodo es de humanidad y divinidad completa. Si el Dios encarnado hubiera comenzado Su ministerio formal desde el momento de Su nacimiento, haciendo señales sobrenaturales y maravillas, no tendría esencia corpórea. Por tanto, Su humanidad existe a causa de Su esencia corpórea; no puede haber carne sin humanidad, y una persona sin humanidad no es un ser humano. De esta forma, la humanidad de la carne de Dios es una propiedad intrínseca de la carne encarnada de Dios. Decir que “cuando Dios se hace carne es totalmente divino, no es en absoluto humano” es una blasfemia, porque es una postura imposible de adoptar y que viola el principio de la encarnación. Incluso después de empezar a desarrollar Su ministerio, Su divinidad sigue habitando Su caparazón humano exterior cuando Él hace Su obra, solo que en ese momento, Su humanidad tiene el único propósito de permitirle a Su divinidad desempeñar la obra en la carne normal. Así pues, el agente de la obra es la divinidad que habita en Su humanidad. Es Su divinidad, no Su humanidad, la que obra, pero es una divinidad escondida dentro de Su humanidad; Su divinidad completa, no Su humanidad, hace Su obra en esencia. Pero el actor de la obra es Su carne. Se podría decir que Él es un hombre, pero también es Dios, porque Dios se convierte en un Dios que vive en la carne, con un caparazón y una esencia humanos, pero también con la esencia de Dios.

de ‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

        La vida que Jesús vivió en la tierra fue una vida normal de la carne. Él vivió en la humanidad normal de Su carne. Su autoridad —para hacer la obra de Dios y hablar Su palabra, o para sanar a los enfermos y echar fuera demonios, para hacer tales cosas extraordinarias— no se manifestó en sí misma, en Su mayor parte, hasta que comenzó Su ministerio. Su vida antes de los veintinueve años de edad, antes de desarrollar Su ministerio, era una prueba suficiente de que Él era solo carne normal. Por ello, y porque aún no había comenzado a desempeñar Su ministerio, las personas no vieron nada divino en Él, tan solo a un ser humano normal, un hombre ordinario, como cuando al principio algunos creyeron que era el hijo de José. Las personas creían que Él era hijo de un hombre corriente; no tenían forma de decir que fuera la carne encarnada de Dios; incluso cuando, en el transcurso del desarrollo de Su ministerio, Él obró muchos milagros, la mayoría de las personas seguía diciendo que era el hijo de José, porque era el Cristo con el caparazón corporal humanidad normal. Su humanidad normal y Su obra existieron con el fin de cumplir el sentido de la primera encarnación, demostrando que Dios había venido enteramente en la carne, se había hecho un hombre totalmente ordinario. Que tuviera humanidad normal antes de empezar Su obra era una prueba de que era una carne ordinaria; y que obrase después también demostró que lo era, porque llevó a cabo señales y maravillas, sanó a los enfermos y echó fuera demonios en la carne con humanidad normal. La razón por la que Él podía obrar milagros era que Su carne tenía la autoridad de Dios, era la carne revestida del Espíritu de Dios. Él poseía esta autoridad por el Espíritu de Dios, y no significaba que no fuese una carne. Sanar a los enfermos y echar fuera demonios era la obra que Él debía realizar en Su ministerio, una expresión de Su divinidad escondida en Su humanidad, e independientemente de las señales que mostrara o su forma de demostrar Su autoridad, seguía viviendo en humanidad normal y siendo una carne normal. Hasta el momento en que resucitó después de morir en la cruz, habitó en una carne normal. Conceder gracia, sanar a los enfermos, y expulsar demonios era parte de Su ministerio, la obra que llevó a cabo en Su carne normal. Antes de ir a la cruz, nunca partió de Su carne humana normal, independientemente de lo que estuviera haciendo. Él era Dios mismo, efectuando la obra de Dios, pero como era Su carne encarnada, comía alimentos y vestía ropa, tenía necesidades humanas normales, una razón y una mente humanas normales. Todo esto era la prueba de que era un hombre normal, que demostraba que la carne encarnada de Dios era una carne con humanidad normal, y no sobrenatural.

de ‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

        La humanidad de Dios encarnado existe para mantener la obra divina normal en la carne; Su pensamiento humano normal sustenta Su humanidad normal y Sus actividades corporales normales. Se podría decir que Su pensamiento humano normal existe con el fin de sustentar toda la obra de Dios en la carne. Si esta carne no poseyera una mente humana normal, Dios no podría obrar en ella, y lo que Él debe hacer en ella no se cumpliría jamás. Aunque el Dios encarnado posee una mente humana normal, Su obra no está adulterada por el pensamiento humano; Él emprende la obra en la humanidad con una mente normal, bajo la condición previa de que posee la humanidad con una mente, no por el ejercicio del pensamiento humano normal. No importa cuán elevados sea los pensamientos de Su carne, Su obra no lleva el sello de la lógica o el pensamiento. En otras palabras, Su obra no es concebida por la mente de Su carne, sino que es una expresión directa de la obra divina en Su humanidad. Toda esta obra es el ministerio que debe cumplir, y no concibe nada de ella. Por ejemplo, sanar a los enfermos, echar fuera demonios, y la crucifixión no fueron productos de Su mente humana; ningún hombre con una mente humana podría haberlos logrado. De igual forma, la obra de conquista actual es un ministerio que debe llevar a cabo el Dios encarnado, pero no es la obra de una voluntad humana, sino la que Su divinidad debía hacer y que ningún humano carnal es capaz de realizar. Así pues, el Dios encarnado debe poseer una mente humana normal, una humanidad normal, porque debe desarrollar Su obra en la humanidad con una mente normal. Esta es la esencia de la obra del Dios encarnado, Su propia esencia.

de ‘La esencia de la carne habitada por Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”

Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación
Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación

        El Hijo del Hombre quien, encarnado, expresaba la divinidad de Dios a través de Su humanidad y le transmitía Su voluntad a la humanidad. A través de la expresión de la voluntad y del carácter de Dios, también le reveló al Dios que no puede verse ni tocarse en la esfera espiritual. Lo que las personas vieron era Dios mismo, tangible y de carne y hueso. Así, el Hijo del Hombre encarnado concretizó y humanizó cosas como la identidad, el estatus, la imagen, el carácter de Dios, y lo que Él tiene y es. Aunque Su aspecto externo tenía algunas limitaciones respecto a la imagen de Dios, Su esencia y lo que Él tiene y es, eran totalmente capaces de representar Su propia identidad y estatus; sencillamente existían algunas diferencias en la forma de expresión. Independientemente de la humanidad del Hijo del Hombre o de Su divinidad, no podemos negar que Él representaba la identidad y el estatus de Dios. Sin embargo, durante este tiempo, Dios obró a través de la carne, habló desde esa perspectiva, y se presentó ante la humanidad con la identidad y el estatus del Hijo del Hombre, y esto les proporcionó a las personas la oportunidad de encontrar y experimentar las palabras y la obra prácticas de Dios en medio de la humanidad. También les permitió tener una perspectiva de Su divinidad y de Su grandeza en medio de la humildad, así como obtener un entendimiento y una definición preliminares de la autenticidad y la realidad de Dios.

de ‘La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III’ en “La Palabra manifestada en carne (Continuación)”

        Aunque el aspecto del Dios encarnado sea exactamente igual al de un ser humano, Él aprende el conocimiento humano, habla el lenguaje humano y, en ocasiones, hasta expresa Sus ideas a través de los medios o las expresiones del hombre, Su modo de ver a los seres humanos y la esencia de las cosas es absolutamente distinto a como las personas corruptas ven estas mismas cosas. Su perspectiva y la altura en la que se halla es algo inalcanzable para una persona corrupta. Esto se debe a que Dios es la verdad, Su carne también posee la esencia de Dios, y Sus pensamientos así como lo que expresa Su humanidad también son la verdad …Independientemente de lo corriente, normal y humilde que sea la carne del Dios encarnado, o de la cantidad de desprecio con que lo mire la gente, Sus pensamientos y Su actitud hacia la humanidad son cosas que ningún hombre podría poseer ni imitar. Él siempre observará a la humanidad desde la perspectiva de la divinidad, desde la altura de Su posición como Creador. Siempre la contemplará a través de la esencia y de la mentalidad de Dios. No puede verla en absoluto desde la altura de una persona normal ni desde la perspectiva de una corrupta. Cuando las personas miran a la humanidad, lo hacen con una visión humana, y usan cosas como el conocimiento, las normas y las teorías humanos como punto de referencia. Esto se halla dentro del ámbito de lo que las personas pueden ver con sus ojos, de lo que unos seres corruptos pueden lograr. Cuando Dios mira a la humanidad, lo hace con visión divina; usa como medida Su esencia y lo que Él tiene y es. Este ámbito incluye cosas que las personas no pueden ver, y en esto es en lo que Dios encarnado y los humanos corruptos son totalmente diferentes. Esta divergencia viene determinada por la esencia de los seres humanos que es distinta a la de Dios y que determina las identidades y las posiciones, así como la perspectiva y la altura desde la que ven las cosas.

de ‘La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo III’ en “La Palabra manifestada en carne (Continuación)”

        Su obra y Sus declaraciones representan directamente al Espíritu, la obra que Él hace es llevada a cabo por el Espíritu y las palabras que Él habla son habladas por el Espíritu. Estas cosas se expresan simplemente por medio de la carne encarnada de Dios; a decir verdad, son la expresión del Espíritu. La obra que Él hace y las palabras que Él habla representan Su esencia.

de ‘Práctica (7)’ en “La Palabra manifestada en carne”

        La carne vestida por el Espíritu de Dios es la propia carne de Dios. El Espíritu de Dios es supremo; Él es todopoderoso, santo y justo. Así, de igual forma, Su carne también es suprema, todopoderosa, santa y justa. Carne como esa sólo es capaz de hacer lo que es justo y beneficioso para la humanidad, lo que es santo, glorioso y poderoso, y es incapaz de hacer cualquier cosa que viole la verdad o la moralidad y la justicia, mucho menos cualquier cosa que traicione al Espíritu de Dios.

de ‘Un problema muy serio: la traición (2)’ en “La Palabra manifestada en carne”

        El Dios encarnado se llama Cristo y Cristo es la carne que se viste con el Espíritu de Dios. Esta carne es diferente de cualquier hombre que es de la carne. La diferencia es porque Cristo no es de carne y sangre, sino que es la personificación del Espíritu. Tiene tanto una humanidad normal como una divinidad completa. Su divinidad no la posee ningún hombre. Su humanidad normal sustenta todas Sus actividades normales en la carne mientras que Su divinidad lleva a cabo la obra de Dios mismo. Sea Su humanidad o Su divinidad, ambas se someten a la voluntad del Padre celestial. La esencia de Cristo es el Espíritu, es decir, la divinidad. Por lo tanto, Su esencia es la de Dios mismo; esta esencia no interrumpirá Su propia obra y Él no podría hacer nada que destruyera Su propia obra ni tampoco pronunciaría ninguna palabra que fuera en contra de Su propia voluntad. Por lo tanto, el Dios encarnado nunca haría alguna obra que interrumpiera Su propia gestión. Esto es lo que todos los hombres deben entender. La esencia de la obra del Espíritu Santo es salvar al hombre y es por el bien de la propia gestión de Dios. De manera similar, la obra de Cristo es salvar a los hombres, y lo es por causa de la voluntad de Dios. Dado que Dios se hace carne, Él realiza Su esencia dentro de Su carne de tal manera que Su carne es suficiente para emprender Su obra. Por lo tanto, toda la obra del Espíritu de Dios la reemplaza la obra de Cristo durante el tiempo de la encarnación y en el corazón de toda la obra a través del tiempo de la encarnación está la obra de Cristo. No se puede mezclar con la obra de ninguna otra era. Y ya que Dios se hace carne, obra en la identidad de Su carne; ya que viene en la carne, entonces termina en la carne la obra que debía hacer. Ya sea el Espíritu de Dios o el de Cristo, ambos son Dios mismo y hace la obra que debe hacer y desempeña el ministerio que debe desempeñar.

Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación
Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación

        La esencia de Dios en sí misma ejerce autoridad, pero es capaz de someterse por completo a la autoridad que proviene de Él. Sea la obra del Espíritu o la obra de la carne, ninguna entra en conflicto con la otra. El Espíritu de Dios es la autoridad sobre toda la creación. La carne con la esencia de Dios también posee autoridad, pero Dios en la carne puede hacer toda la obra que obedece la voluntad del Padre celestial. Esto no lo puede alcanzar o concebir ningún hombre. Dios mismo es la autoridad, pero Su carne puede someterse a Su autoridad. Este es el significado interno de las palabras: “Cristo obedece la voluntad de Dios el Padre”. Dios es un Espíritu y puede hacer la obra de salvación, de la misma manera que lo puede hacer Dios hecho hombre. De cualquier manera, Dios mismo hace Su propia obra; Él ni interrumpe ni interfiere, mucho menos lleva a cabo una obra que sea mutuamente contradictoria, porque la esencia de la obra que hace el Espíritu y la carne son iguales. Sea el Espíritu o la carne, ambos obran para cumplir una voluntad y para gestionar la misma obra. Aunque el Espíritu y la carne tienen dos cualidades dispares, sus esencias son las mismas; ambas tienen la esencia de Dios mismo y la identidad de Dios mismo. Dios mismo no tiene elementos de desobediencia; Su esencia es buena. Es la expresión de toda la belleza y bondad, así como de todo el amor. Incluso en la carne, Dios no hace nada que desobedezca a Dios el Padre. Incluso a costo de sacrificar Su vida, estaría dispuesto de todo corazón y no elegiría de otra manera. Dios no tiene elementos de justicia propia ni importancia propia, engaño ni arrogancia; no tiene elementos de ruindad. Todo lo que desobedece a Dios proviene de Satanás; Satanás es el origen de toda maldad y fealdad. La razón por la que el hombre tiene cualidades parecidas a las de Satanás es porque Satanás ha corrompido al hombre y ha obrado en él. Satanás no ha corrompido a Cristo, por lo tanto Él solo tiene las características de Dios y ninguna de las de Satanás. No importa qué tan ardua sea la obra o débil la carne, Dios, mientras vive en la carne, nunca va a hacer nada que interrumpa la obra de Dios mismo, mucho menos abandonar la voluntad de Dios Padre en desobediencia. Más bien sufrirá dolores en la carne que ir contra la voluntad de Dios Padre; así como Jesús lo dijo en la oración, “Padre mío, si es posible, pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú”. El hombre escogerá, pero Cristo no. Aunque tiene la identidad de Dios mismo, aún así busca la voluntad de Dios Padre y cumple lo que el Dios Padre le confío desde la perspectiva de la carne. Esto es algo que es inalcanzable para el hombre. Lo que proviene de Satanás no puede tener la esencia de Dios, solo alguien que desobedezca y resista a Dios. No puede obedecer por completo a Dios, mucho menos obedecer de buen grado la voluntad de Dios. Todos los hombres excepto Cristo pueden hacer lo que resiste a Dios y ninguno puede emprender directamente la obra que Dios le confió; ninguno es capaz de ver la gestión de Dios como su propio deber que desempeñar. Someterse a la voluntad de Dios Padre es la esencia de Cristo; la desobediencia contra Dios es la característica de Satanás. Estas dos cualidades son incompatibles y cualquiera que tenga las cualidades de Satanás no se puede llamar Cristo. La razón de que el hombre no pueda hacer la obra de Dios en Su lugar es porque el hombre no tiene nada de la esencia de Dios. El hombre obra para Dios por el bien de sus intereses personales y de sus perspectivas futuras, pero Cristo obra para llevar a cabo la voluntad de Dios Padre.

        La humanidad de Cristo está gobernada por Su divinidad. Aunque está en la carne, Su humanidad no es del todo parecida a la de un hombre de la carne. Él tiene Su propio carácter único y a este también lo gobierna Su divinidad. Su divinidad no tiene debilidades; la debilidad de Cristo se refiere a la de Su humanidad. Hasta cierto punto, esta debilidad constriñe Su divinidad, pero esos límites están dentro de un cierto radio de acción y tiempo y no son ilimitados. Cuando llega el tiempo de ejecutar la obra de Su divinidad, se hace independientemente de Su humanidad. La humanidad de Cristo la dirige por completo Su divinidad. Además de la vida normal de Su humanidad, todas las otras acciones de Su humanidad, Su divinidad las influye, afecta y dirige. Aunque Cristo tiene una humanidad, no interrumpe la obra de Su divinidad. Esto es precisamente porque la humanidad de Cristo la dirige Su divinidad; aunque Su humanidad no es madura en Su conducta ante los demás, no afecta la obra normal de Su divinidad. Cuando digo que Su humanidad no se ha corrompido quiero decir que la humanidad de Cristo la puede dirigir directamente Su divinidad, y que Él posee un sentido más elevado que el del hombre común. Su humanidad es la más adecuada para ser dirigida por la divinidad en Su obra; Su humanidad es la más capaz de expresar la obra de la divinidad, así como también es la más capaz de someterse a tal obra. Mientras Dios obra en la carne, nunca pierde de vista el deber que un hombre en la carne debe cumplir; Él es capaz de adorar a Dios en el cielo con un corazón sincero. Tiene la esencia de Dios y Su identidad es la de Dios mismo. Es solo que ha venido a la tierra y se ha vuelto un ser creado, con el caparazón exterior de un ser creado y que ahora posee una humanidad que no tenía antes; es capaz de adorar a Dios en el cielo. Este es el ser de Dios mismo y que el hombre no puede imitar. Su identidad es Dios mismo. Es desde la perspectiva de la carne que Él adora a Dios; por lo tanto, las palabras, “Cristo adora a Dios en el cielo”, no están equivocadas. Lo que Él pide del hombre es precisamente Su propio ser; ya ha logrado todo lo que pide del hombre antes de que se lo demande. Nunca haría demandas a otros mientras que Él mismo se desentendiera de ellas, porque todo esto constituye Su ser. Independientemente de cómo lleve a cabo Su obra, no actuaría de una manera que desobedeciera a Dios. No importa qué pida Él del hombre, ninguna demanda excede lo que el hombre puede lograr. Todo lo que Él hace es ejecutar la voluntad de Dios y es en aras de Su gestión. La divinidad de Cristo está por encima de todos los hombres, por lo tanto, es la autoridad suprema de todos los seres creados. Esta autoridad es Su divinidad, es decir, el carácter y ser de Dios mismo, que determina Su identidad. Por lo tanto, no importa qué tan normal sea Su humanidad, es innegable que tiene la identidad de Dios mismo; no importa desde qué punto de vista hable y la manera en la que Él obedezca la voluntad de Dios, no se puede decir que no sea Dios mismo. Los hombres necios e ignorantes muchas veces ven la humanidad normal de Cristo como un defecto. No importa cómo Él exprese y revele el ser de Su divinidad, el hombre es incapaz de reconocer que Él es Cristo. Y entre más demuestre Cristo Su obediencia y humildad, más a la ligera los necios consideran a Cristo. Incluso están los que adoptan hacia Él una actitud de exclusión y desprecio, sin embargo colocan sobre la mesa a esos “grandes hombres” de las imágenes elevadas para adorarlos. La resistencia del hombre a Dios y su desobediencia a Dios vienen del hecho de que la esencia del Dios encarnado se somete a la voluntad de Dios, y también de la humanidad normal de Cristo; aquí está el origen de la resistencia del hombre a Dios y la desobediencia a Dios. Si Cristo no hubiera tenido ni la apariencia de Su humanidad ni tampoco hubiera buscado la voluntad de Dios el Padre desde la perspectiva de un ser creado, sino que al contrario hubiera poseído una superhumanidad, entonces probablemente no habría habido ninguna desobediencia por parte de ningún hombre. La razón por la que el hombre siempre está dispuesto a creer en un Dios invisible que está en el cielo es porque Dios en el cielo no tiene una humanidad y no tiene ni una sola cualidad de un ser creado. Así que el hombre siempre lo considera con la mayor estima, pero tiene una actitud de desprecio hacia Cristo.

        Aunque Cristo en la tierra es capaz de obrar en nombre de Dios mismo, no viene con la intención de mostrarles a todos los hombres Su imagen en la carne. No viene para que todos los hombres lo vean; viene para permitirle al hombre que Su mano lo guíe, entrando así a la nueva era. La función de la carne de Cristo es para la obra de Dios mismo, es decir, para la obra de Dios en la carne y no para permitirle al hombre entender por completo la esencia de Su carne. No importa cómo obre, esto no excede lo que puede alcanzar la carne. No importa cómo obre, lo hace así en la carne con una humanidad normal y no le revela por completo al hombre el verdadero semblante de Dios. Además, Su obra en la carne nunca es tan sobrenatural o inestimable como la concibe el hombre. Aunque Cristo representa a Dios mismo en la carne y ejecuta en persona la obra que Dios mismo debe hacer, no niega la existencia de Dios en el cielo ni tampoco proclama febrilmente Sus propios hechos. Más bien, humildemente permanece escondido dentro de Su carne. Excepto por Cristo, los que falsamente afirman ser Cristo no tienen Sus cualidades. Cuando se yuxtapone contra el carácter arrogante y que se exalta a sí mismo de esos falsos cristos, se hace evidente qué clase de carne es verdaderamente Cristo. Entre más falsos son, más alardean esos falsos cristos y más capaces son de obrar señales y maravillas para engañar a los hombres. Los falsos cristos no tienen las cualidades de Dios; Cristo no está contaminado con ningún elemento que pertenezca a los falsos cristos. Dios se hace carne solo para completar la obra de la carne, y no tan solo para permitirles a todos los hombres verlo. Más bien, deja que Su obra afirme Su identidad y permite que lo que Él revela dé testimonio de Su esencia. Su esencia no es infundada; Su mano no se apoderó de Su identidad; esta la determina Su obra y Su esencia. Aunque tiene la esencia de Dios mismo y es capaz de hacer la obra de Dios mismo, sigue siendo, después de todo, carne a diferencia del Espíritu. No es Dios con las cualidades del Espíritu; es Dios con el caparazón de la carne. Por lo tanto, no importa qué tan normal y qué tan débil sea, y de qué manera busque la voluntad de Dios el Padre, Su divinidad es innegable. En el Dios encarnado existe no solo una humanidad normal con sus debilidades; existe aún más lo maravilloso e insondable de Su divinidad, así como todos Sus hechos en la carne. Por esto, tanto la humanidad como la divinidad existen de una manera real y práctica dentro de Cristo. Esto no es en absoluto vano o sobrenatural. Él viene a la tierra con el objetivo primordial de llevar a cabo la obra; es imperativo que posea una humanidad normal para llevar a cabo la obra en la tierra; de otro modo, por grande que sea el poder de Su divinidad, no se podría aprovechar su función original. Aunque Su humanidad es de gran importancia, no es Su esencia. Su esencia es la divinidad; por lo tanto, en el momento en que comienza a desempeñar Su ministerio en la tierra es el momento que comienza a expresar el ser de Su divinidad. Su humanidad es solo para sustentar la vida normal de Su carne, para que Su divinidad pueda desempeñarse como es normal en la carne; es la divinidad la que dirige Su obra por completo. Cuando Él complete Su obra, habrá cumplido Su ministerio. Lo que el hombre debe conocer es la totalidad de Su obra, y es por medio de Su obra que le permite al hombre conocerlo. En el transcurso de Su obra, expresa plenamente el ser de Su divinidad, que no es un carácter contaminado por la humanidad, o un ser contaminado por el pensamiento y comportamiento humanos. Cuando llegue el momento en que todo Su ministerio haya llegado a un fin, ya habrá expresado de una manera perfecta y plena el carácter que debió expresar. Ningún hombre instruye Su obra; la expresión de Su carácter también es bastante libre; la mente no la controla ni el pensamiento la procesa, sino que se revela de manera natural. Ningún hombre puede lograr esto. Incluso si el entorno es riguroso o las condiciones no lo permiten, es capaz de expresar Su carácter en el momento correcto. Alguien que es Cristo expresa el ser de Cristo, mientras que los que no lo son no tienen el carácter de Cristo. Por lo tanto, incluso si todos lo resisten o tienen ideas acerca de Él, ninguno puede negar sobre la base de las ideas del hombre que el carácter que Cristo expresa es el de Dios. Todos los que van tras Cristo con un corazón sincero, o buscan a Dios con intención, admitirán que Él es Cristo basándose en la expresión de Su divinidad. Nunca negarían a Cristo sobre la base de ningún aspecto de Él que no se conforme a las ideas del hombre. Aunque el hombre es muy necio, todos saben exactamente lo que es la voluntad del hombre y lo que emana de Dios. Es solo que muchas personas intencionalmente resisten a Cristo debido a sus propias intenciones. Si no fuera por esto, ni un solo hombre tendría razón para negar la existencia de Cristo, porque la divinidad que Cristo expresa realmente existe y Su obra la pueden ver todos a simple vista.

Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación
Iglesia de Dios Todopoderoso ——Cuál es la esencia de la encarnación

        La obra y la expresión de Cristo determinan Su esencia. Es capaz de completar con un corazón sincero lo que se le ha confiado. Es capaz de adorar a Dios en el cielo con un corazón sincero, y con un corazón sincero buscar la voluntad de Dios el Padre. Todo esto lo determina Su esencia. Y también Su revelación natural la determina Su esencia; la razón por la que Su revelación natural se llama así es porque Su expresión no es una imitación o el resultado de la educación por el hombre o el resultado de muchos años de refinamiento por el hombre. Él no la aprendió o se adornó con ella; más bien, es inherente a Él. El hombre puede negar Su obra, Su expresión, Su humanidad y toda la vida de Su humanidad normal, pero nadie puede negar que Él adora a Dios en el cielo con un corazón sincero; nadie puede negar que ha venido a cumplir la voluntad del Padre celestial, y nadie puede negar la sinceridad con la que busca a Dios Padre. Aunque Su imagen no sea agradable a los sentidos, y Su discurso no posea un aire extraordinario, y Su obra no sea tan impactante o trascendental como el hombre se la imagina, Él es en realidad Cristo, aquel que cumple la voluntad del Padre celestial con un corazón sincero, que se somete por completo al Padre celestial, y que es obediente hasta la muerte. Esto se debe a que Su esencia es la esencia de Cristo. Esta verdad es difícil que el hombre la crea, pero en realidad existe. Cuando el ministerio de Cristo se haya cumplido por completo, el hombre podrá ver por Su obra que Su carácter y Su ser representan el carácter y el ser de Dios en el cielo. En ese momento, la suma de toda Su obra podrá afirmar que Él es en realidad la carne que la Palabra se hizo, y no semejante a la de un hombre de carne y sangre.

de ‘La esencia de Cristo es la obediencia a la voluntad del Padre celestial’ en “La Palabra manifestada en carne”

        Hace esfuerzos meticulosos por nosotros, pierde el sueño y el apetito por nosotros, llora por nosotros, suspira por nosotros, se queja en la enfermedad por nosotros, sufre humillación por el bien de nuestro destino y salvación, y Su corazón sangra y derrama lágrimas por nuestra insensibilidad y rebeldía. Tal ser y tales posesiones están más allá de una persona ordinaria; ninguno de los corruptos las puede poseer o conseguir. Tiene una tolerancia y paciencia que ninguna persona ordinaria posee, y Su amor no lo posee ningún ser creado. Nadie excepto Él puede saber todos nuestros pensamientos, o tener tal conocimiento de nuestra naturaleza y esencia, o juzgar la rebeldía y corrupción de la humanidad, o hablarnos y obrar entre nosotros como lo puede este en nombre del Dios del cielo. Nadie excepto Él posee la autoridad, la sabiduría y la dignidad de Dios; el carácter de Dios, y lo que Él tiene y es, emana en su totalidad de Él. Nadie excepto Él nos puede mostrar el camino y traernos la luz. Nadie excepto Él puede revelar los misterios que Dios no ha revelado desde la creación hasta el día de hoy. Nadie excepto Él nos puede salvar de la esclavitud de Satanás y de nuestro carácter corrupto. Él representa a Dios y expresa la voz del corazón de Dios, las exhortaciones de Dios y las palabras de juicio de Dios hacia toda la humanidad. Él ha comenzado una nueva época, una nueva era, y ha traído un nuevo cielo y una nueva tierra, una nueva obra, y nos ha traído esperanza, y ha puesto fin a la vida que llevábamos en la imprecisión, y nos permitió contemplar plenamente el camino de salvación. Él ha conquistado todo nuestro ser y ha ganado nuestros corazones. De ese momento en adelante nuestras mentes se hacen conscientes y nuestros espíritus parecen ser revividos: esta persona ordinaria e insignificante, que vive entre nosotros y que nosotros hemos rechazado desde hace ya mucho tiempo, ¿no es el Señor Jesús, quien siempre está en nuestros pensamientos, y a quien anhelamos noche y día? ¡Es Él! ¡Realmente es Él! ¡Él es nuestro Dios! ¡Él es la verdad, el camino y la vida!

de ‘Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo’ en “La Palabra manifestada en carne”

        Cualesquiera que sean la era o el lugar en los que Dios se encarne, los principios para Su obra en la carne siguen sin cambiar. Él no puede hacerse carne, sino trascenderla para obrar; además, no puede hacerse carne y no obrar dentro de la humanidad normal de esta. De lo contrario, el sentido de la encarnación de Dios se reduciría a la nada, y la Palabra hecho carne no significaría absolutamente nada. Además, solo el Padre en el cielo (el Espíritu) sabe de la encarnación de Dios; nadie más, ni siquiera la propia carne ni los mensajeros del cielo. Así, la obra de Dios en la carne es aún más normal y más capaz de demostrar que el Verbo se hace carne, la Palabra se hace carne en realidad; la carne es un hombre normal y ordinario.

de ‘El misterio de la encarnación (1)’ en “La palabra manifestada en carne”

        Esta carne es hombre y también es Dios, es un hombre que posee una humanidad normal y también es Dios que posee una divinidad completa. Y entonces, aunque esta carne no es el Espíritu de Dios, y difiere grandemente del Espíritu, todavía es el mismo Dios encarnado que salva a los hombres, que es el Espíritu y también la carne. No importa cómo se le llame, al final de cuentas es todavía Dios mismo que salva a la humanidad. Porque el Espíritu de Dios es indivisible de la carne y la obra de la carne también es la obra del Espíritu de Dios; es solo que esta obra no se hace usando la identidad del Espíritu sino que se hace usando la identidad de la carne.

de “La humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios hecho carne” en La Palabra manifestada en carne

        ¿Qué abarcan las expresiones del Espíritu? En unas ocasiones, el Dios práctico obra en humanidad, y otras veces lo hace en divinidad; pero sobre todo, en ambos casos, el Espíritu está al mando… El Dios mismo práctico del que se habla hoy obra tanto en humanidad como en divinidad. Mediante Su aparición se cumplen Su obra y Su vida humanas normales, así como Su obra completamente divina. Su humanidad y Su divinidad se combinan en una sola, y la obra de ambas[a] se logra por medio de las palabras; tanto en humanidad como en divinidad, Él hace declaraciones. Cuando Dios obra en humanidad, habla el lenguaje de la humanidad, de forma que las personas puedan implicarse y entender. Habla Sus palabras claramente, y estas son fáciles de entender, de forma que pueden proveerse a todas las personas; independientemente de si estas personas poseen conocimiento o tienen una educación deficiente, todas pueden recibir las palabras de Dios. La obra de Dios en divinidad también se lleva a cabo por medio de palabras, pero está llena de provisión, de vida, no está manchada por la idea humana, no implica preferencias humanas, no tiene límites humanos, está fuera de los límites de cualquier humanidad normal; también se lleva a cabo en la carne, pero es la expresión directa del Espíritu… La aparición de Dios en la carne significa que toda la obra y las palabras del Espíritu de Dios se llevan a cabo a través de Su humanidad normal, y de Su carne encarnada. En otras palabras, el Espíritu de Dios dirige Su obra humana y lleva a cabo la obra de la divinidad en la carne, y en Dios encarnado puedes ver Su obra en humanidad y Su obra completamente divina; este es el sentido práctico de la aparición del Dios práctico en la carne. Si puedes ver esto claramente, serás capaz de conectar todas las diferentes partes de Dios, y dejarás de dar demasiada importancia a Su obra en la divinidad, y de despreciar Su obra en humanidad; no te irás a los extremos, ni tomarás ningún desvío. En general, el sentido del Dios práctico es que la obra de Su humanidad y Su divinidad, dirigida por el Espíritu, se expresa por medio de Su carne, de forma que las personas puedan ver que Él es vívido y natural, verdadero y real.

de ‘Debes saber que el Dios práctico es Dios mismo’ en “La palabra manifestada en carne”

Fuente : Iglesia de Dios Todopoderoso

Iglesia de Dios Todopoderoso —— La aparición de Dios en los últimos días se cumple la profecía del Apocalipsis | “Esperando”

La aparición de Dios en los últimos días se cumple la profecía del Apocalipsis | “Esperando”

Introducción

        Yang Hou’en es un pastor de una iglesia clandestina en China. Junto a su padre, Yang Shoudao, han esperado a que el Señor Jesús descienda sobre las nubes y los lleve al reino de los cielos. Para ello, trabajaron diligentemente para el Señor,

se aferraron a Su nombre y creyeron que cualquiera que no fuese el Señor Jesús descendiendo sobre las nubes era un falso Cristo. Así pues, cuando oyeron las noticias de la segunda venida del Señor, no las escucharon ni las aceptaron. Creyeron que era mejor vigilar y esperar. … Mientras ellos esperaban impasiblemente, Li Jiayin, prima de Yang Hou’en, aceptó la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días y les difundió el evangelio. Tras varias discusiones intensas, Yang Hou’en entendió finalmente el verdadero significado de “vigilar y esperar”, y pudo ver que las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, el camino y la vida, y que estas son la voz del Señor, y que Dios Todopoderoso es la segunda venida del Señor Jesús que estuvieron esperando durante tantos años…

Recomendación:

Revelación de los misterios del reino de los cielos | «El despertar del sueño» Película evangélica

        Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor Jesús, Cristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido.

        Declaración especial: la producción de este vídeo la ha realizado la Iglesia de Dios Todopoderoso sin fines de lucro. Los actores que aparecen en esta producción lo hacen de manera voluntaria y no han recibido ningún tipo de retribución. Este vídeo no puede ser distribuido a terceros con ánimo de lucro, y esperamos que todo el mundo lo comparta y lo distribuya de manera pública. Indiquen siempre la fuente al distribuirlo. Sin el consentimiento de la Iglesia de Dios Todopoderoso, ninguna organización, grupo social ni individuo puede falsificar ni tergiversar el contenido de este vídeo.

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El Señor Jesús mismo profetizó que Dios se encarnaría en los últimos días y aparecería como el Hijo del Hombre para llevar a cabo Su obra.

https://www.kingdomsalvation.org/es/gods-incarnation.html

El Señor Jesús mismo profetizó que Dios se encarnaría en los últimos días y aparecería como el Hijo del Hombre para llevar a cabo Su obra.

Versículo(s) bíblico(s) para referencia:

        “Velad por lo tanto: porque no sabéis la hora en que vendrá vuestro Señor” (Mateo 24:42).

        “Porque como el relámpago, que ilumina todo un lado del cielo y resplandece hasta el otro; así también será el Hijo del Hombre en Su día. Pero primero ha de sufrir muchas cosas, y ser rechazado por esta generación” (Lucas 17:24-25).

        “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’ ” (Mateo 25:6).

        “Mirad, Yo estoy a la puerta y toco; si alguien escucha Mi voz y abre la puerta, vendré a él y comeré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

        “Mirad, Yo vengo como un ladrón. Bendito es el que está atento y vestido, no sea que salga desnudo y sea avergonzado” (Apocalipsis 16:15).

        “Y me volví para ver la voz que me hablaba. Y cuando había volteado, vi siete candelabros dorados. Y en medio de ellos había uno como el Hijo del Hombre, vestido con ropa hasta los pies y ceñido por encima del pecho con una faja dorada. Su cabeza y Su cabello eran blancos como la lana, tan blancos como la nieve; y Sus ojos eran como flamas de fuego; Y Sus pies como bronce fino, como si se estuvieran quemando en una estufa; y Su voz como el sonido de muchas aguas. Tenía en Su mano derecha siete estrellas; y de Su boca salía una espada afilada de dos lados; y Su semblante era como la luz del sol en Su fuerza”. (Apocalipsis 1:12-16)

Dios Todopoderoso dice :para llevar a cabo Su obra.
Dios Todopoderoso dice :para llevar a cabo Su obra.

Palabras relevantes de Dios:

        Jesús dijo que Él llegaría tal como se fue, pero ¿conoces el verdadero significado de Sus palabras? ¿Pudo realmente habéroslo dicho? Sólo sabes que Él llegará tal como se fue en una nube, pero ¿sabes exactamente cómo hace Su obra Dios mismo? Si fueras verdaderamente capaz de ver, ¿cómo deben explicarse las palabras de Jesús? Él dijo: “Cuando el Hijo del Hombre venga en los últimos días, Él mismo no sabrá, los ángeles no sabrán, los mensajeros en el cielo no sabrán, y las personas no sabrán. Sólo el Padre sabrá, esto es, sólo el Espíritu sabrá”. Si eres capaz de saber y ver, ¿no son entonces vacías estas palabras? Ni siquiera el propio Hijo del Hombre sabe, ¿y tú eres capaz de ver y saber? Si tú has visto con tus propios ojos, ¿no se dijeron en vano esas palabras? ¿Y qué dijo Jesús en ese momento? “Pero ningún hombre sabe la hora ni el día, ni los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre. Pero como fue en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.… Entonces, vosotros también debéis estar listos porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos lo penséis”. Cuando llegue ese día, el Hijo del Hombre no lo sabrá. El Hijo del Hombre se refiere a la carne encarnada de Dios, que será una persona normal y ordinaria. Incluso Él mismo no lo sabrá, ¿cómo podrías saberlo tú entonces?

de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”

        Están los que afirman que Dios mismo dijo que vendría en una nube. Es verdad que lo dijo, ¿pero sabes que los misterios de Dios son insondables para el hombre? ¿Sabes que el hombre no puede explicar las palabras de Dios? ¿Estás tan seguro de que fuiste ilustrado e iluminado por el Espíritu Santo? ¿Te lo mostró el Espíritu Santo de un modo tan directo? ¿Son estas las directrices del Espíritu Santo o son tus conceptos? Afirmó: “Esto fue dicho por Dios mismo”. Pero no podemos usar nuestros propios conceptos y mente para medir las palabras de Dios. En cuanto a las palabras de Isaías, ¿puedes explicarlas con completa confianza? ¿Te atreves a explicarlas? Como no te atreves a explicar las palabras de Isaías, ¿por qué osas hacerlo con las de Jesús? ¿Quién es más exaltado, Jesús o Isaías? Dado que la respuesta es Jesús, ¿por qué explicas las palabras pronunciadas por Él? ¿Te hablaría Dios de antemano sobre Su obra? Ninguna criatura puede saberlo; ni los mensajeros del cielo ni el Hijo del Hombre, ¿cómo lo ibas a saber tú?

de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”

        “El que puede oír, que oiga lo que el Espíritu dijo a las iglesias”… Hay muchos hombres absurdos que creen que las palabras del Espíritu Santo deberían descender de los cielos a los oídos del hombre. Cualquiera que piense de esta forma no conoce la obra de Dios. En verdad, las declaraciones habladas por el Espíritu Santo son las habladas por Dios hecho carne. El Espíritu Santo no puede hablar directamente al hombre, y Jehová tampoco lo hizo, ni siquiera en la Era de la Ley. ¿No sería bastante menos probable que lo hiciera en esta era actual? Para que Dios haga declaraciones para llevar a cabo la obra, debe hacerse carne, o de lo contrario Su obra no conseguirá Su objetivo. Los que rechazan a Dios hecho carne son los que no conocen el Espíritu ni los principios por los que Dios obra.

de ‘¿Cómo puede el hombre que ha definido a Dios en sus conceptos recibir Sus revelaciones?’ en “La Palabra manifestada en carne”

Dios Todopoderoso dice :para llevar a cabo Su obra.
Dios Todopoderoso dice :para llevar a cabo Su obra.

        Por miles de años, el hombre ha anhelado poder ver la llegada del Salvador, el hombre ha anhelado ver a Jesús el Salvador sobre una nube blanca cuando desciende en persona, en medio de aquellos que lo han añorado y extrañado durante miles de años. El hombre ha anhelado que el Salvador regrese y se reúna con el pueblo, esto es, que vuelva al pueblo del que ha estado separado durante miles de años. Y el hombre espera que Él lleve a cabo de nuevo la obra de redención que realizó entre los judíos, que sea compasivo y amoroso con los hombres, perdone sus pecados, cargue con ellos, e incluso con todas las transgresiones del hombre, y libere a este del pecado. Anhelan que Jesús el Salvador sea el mismo que antes, un Salvador que sea adorable, afable y venerable, que nunca esté airado con el hombre, ni le haga reproches. Este Salvador perdona y carga con todos los pecados del hombre, e incluso muere en la cruz una vez más por él. Desde que Jesús partió, los discípulos que lo siguieron, y todos los santos que se salvaron gracias a Su nombre, lo han estado añorando desesperadamente y esperándolo. Todos aquellos que fueron salvados por la gracia de Jesucristo durante la Era de la Gracia han estado anhelando ese día gozoso durante los últimos días, cuando Jesús el Salvador llegue en una nube blanca y aparezca entre los hombres. Por supuesto, este también es el deseo colectivo de todos aquellos que aceptan el nombre de Jesús el Salvador hoy. A lo largo del universo, todos aquellos que saben de la salvación de Jesús el Salvador han anhelado desesperadamente la llegada repentina de Jesucristo, para cumplir las palabras de Jesús cuando estaba en la tierra: “llegaré tal como partí”. El hombre cree que, después de la crucifixión y la resurrección, Jesús volvió al cielo sobre una nube blanca, y tomó Su lugar a la diestra del Altísimo. De forma parecida, el hombre concibe que Jesús descenderá, de nuevo sobre una nube blanca (esta nube hace referencia a la nube sobre la que Jesús cabalgó cuando volvió al cielo), en medio de aquellos que lo han anhelado desesperadamente durante miles de años, y que llevará la imagen y las vestiduras de los judíos. Después de aparecerse al hombre, le concederá comida, y hará que el agua de vida brote para él, y vivirá en medio de él, lleno de gracia y amor, vivo y real. Y así sucesivamente. Pero Jesús el Salvador no hizo esto; hizo lo contrario de lo que el hombre concibió. No llegó en medio de los que habían anhelado Su retorno, y no apareció a todos los hombres mientras cabalgaba sobre la nube blanca. Él ya ha llegado, pero el hombre no lo conoce, y sigue ignorando Su llegada. El hombre solamente está esperándolo sin propósito, sin saber que Él ya ha descendido sobre una nube blanca (la nube que es Su Espíritu, Sus palabras, todo Su carácter y todo lo que Él es), y está ahora entre un grupo de vencedores que formará durante los últimos días. El hombre no sabe esto: Aunque el santo Salvador Jesús está lleno de afecto y amor hacia el hombre, ¿cómo podía obrar en “templos” habitados por la inmundicia y espíritus inmundos? Aunque el hombre ha estado esperando Su llegada, ¿cómo podía aparecerse a aquellos que comían la carne de los injustos, bebían la sangre de los injustos, vestían las ropas de los injustos, que creen en Él pero no lo conocen, y que constantemente lo chantajean? El hombre solo sabe que Jesús el Salvador está lleno de amor y compasión, y es la ofrenda por el pecado llena de redención. Sin embargo, no tiene ni idea de que es Dios mismo, que está rebosando justicia, majestad, ira, y juicio, y posee autoridad y está lleno de dignidad. Así pues, aunque el hombre anhela con impaciencia y ansía el retorno del Redentor, e incluso el cielo se conmueve con las oraciones del hombre, Jesús el Salvador no se aparece a aquellos que creen en Él pero no lo conocen.

de ‘El Salvador ya ha regresado en una “nube blanca”’ en “La Palabra manifestada en carne”

        Dios guarda silencio y nunca se nos ha aparecido, sin embargo, Su obra nunca se ha detenido. Ve todas las tierras y manda a todas las cosas y contempla todas las palabras y obras del hombre. Su gestión es conducida por pasos, y de acuerdo a Su plan. Este avanza en silencio, sin un efecto dramático, pero Sus pisadas avanzan cada vez más cerca de la humanidad, y Su tribunal se despliega en el universo a la velocidad de la luz, inmediatamente seguido por el descenso de Su trono entre nosotros. ¡Qué escena tan majestuosa es esta; qué cuadro tan imponente y solemne! Como una paloma, como un león rugiente, el Espíritu llega entre todos nosotros. Es sabio, es justo y majestuoso; Él llega entre nosotros en silencio, dueño de la autoridad y lleno de amor y compasión. Nadie está consciente de Su llegada, nadie acoge Su llegada y, más aún, nadie sabe todo lo que va a hacer. La vida del hombre sigue sin cambios; su corazón no es diferente y los días transcurren como siempre. Dios vive entre nosotros como una persona ordinaria, como un seguidor tremendamente insignificante y un creyente ordinario. Él tiene Sus propias búsquedas, Sus propias metas y, además, tiene una divinidad que ningún hombre ordinario posee. Nadie se ha dado cuenta de la existencia de Su divinidad, ni nadie ha percibido la diferencia entre Su esencia y la del hombre. Vivimos junto con Él, sin restricciones y sin temor, porque lo vemos como nada más que un creyente insignificante.

de ‘Contemplando la aparición de Dios en Su juicio y Su castigo’ en “La Palabra manifestada en carne”

 Dios Todopoderoso dice :para llevar a cabo Su obra.
Dios Todopoderoso dice :para llevar a cabo Su obra.

        Las personas que no aceptan la verdad, pero que esperan ciegamente la llegada de Jesús sobre nubes blancas, blasfemarán sin duda contra el Espíritu Santo, y son la raza que será destruida. Deseáis simplemente la gracia de Jesús, y solo queréis disfrutar el gozoso reino del cielo, pero nunca habéis obedecido Sus palabras ni habéis recibido la verdad expresada por Él cuando vuelva a la carne. ¿Qué ofreceréis a cambio de la realidad del regreso de Jesús sobre una nube blanca? ¿La sinceridad con la que cometéis repetidamente pecados, y después los confesáis, una y otra vez? ¿Qué ofreceréis en sacrificio a Jesús, que vuelve sobre una nube blanca? ¿Los años de obra con los que os exaltáis a vosotros mismos? ¿Qué ofreceréis para hacer que el Jesús retornado confíe en vosotros? ¿Vuestra naturaleza arrogante, que no obedece a ninguna verdad?

de ‘Cuando veas el cuerpo espiritual de Jesús será cuando Dios haya hecho de nuevo el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”

        Os digo, aquellos que creen en Dios por las señales son sin duda la categoría que sufrirá la destrucción. Los que son incapaces de aceptar las palabras de Jesús, que ha vuelto a la carne, son sin duda la progenie del infierno, los descendientes del arcángel, la categoría que será sometida a la destrucción eterna. Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero sigo queriendo decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando veáis a éste descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, ésta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descendiendo del cielo es también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese momento anunciará el final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo esté la expresión de la verdad. Aquellos que acepten la verdad y no busquen señales, y por tanto hayan sido purificados, habrán retornado delante del trono de Dios y entrado en el abrazo del Creador. Sólo aquellos que persisten en la creencia de que “El Jesús que no cabalgue sobre una nube blanca es un falso Cristo” se verán sometidos al castigo eterno, porque sólo creen en el Jesús que exhibe señales, pero no reconocen al Jesús que proclama un juicio severo y manifiesta el camino verdadero de la vida. Y por tanto, sólo puede ser que Jesús trate con ellos cuando Él vuelva abiertamente sobre una nube blanca. Son demasiado tozudos, confían demasiado en sí mismos, son demasiado arrogantes. ¿Cómo puede recompensar Jesús a semejantes degenerados? El regreso de Jesús es una gran salvación para aquellos que son capaces de aceptar la verdad, pero para los que son incapaces de hacerlo es una señal de condenación. Debéis elegir vuestra propia senda, y no blasfemar contra el Espíritu Santo y rechazar la verdad. No debéis ser personas ignorantes y arrogantes, sino alguien que obedece la dirección del Espíritu Santo, anhela y busca la verdad; sólo así os beneficiaréis.

de ‘Cuando veas el cuerpo espiritual de Jesús será cuando Dios haya hecho de nuevo el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”

        Mi esperanza es que los hermanos y hermanas, que buscan la aparición de Dios, no repitan la tragedia histórica. No debéis convertiros en los fariseos de los tiempos modernos y clavar a Dios de nuevo en la cruz. Deberíais considerar cuidadosamente cómo dar la bienvenida al retorno de Dios, y tener una mente clara acerca de cómo ser alguien que se somete a la verdad. Esta es la responsabilidad de todo aquel que está esperando que Jesús vuelva con las nubes. Deberíamos frotarnos nuestros ojos espirituales, y no caer presas de las palabras llenas de ilusiones. Deberíamos pensar en la obra actual de Dios, y echar un vistazo a Su lado práctico. No os dejéis llevar por las fantasías ni os perdáis en ilusiones buscando siempre el día en que el Señor Jesús descienda repentinamente sobre vosotros en una nube para llevaros a vosotros que nunca lo habéis conocido o visto, y que no sabéis cómo hacer Su voluntad. ¡Es mejor pensar en asuntos prácticos!

de ‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”

«Scripture taken from LA BIBLIA DE LAS AMERICAS®,

© Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation Used by permission.»

Iglesia de Dios Todopoderoso —— La aparición de Dios en los últimos días se cumple la profecía del Apocalipsis | “Esperando”

Iglesia de Dios Todopoderoso —— La aparición de Dios en los últimos días se cumple la profecía del Apocalipsis | “Esperando”

Introducción

        Yang Hou’en es un pastor de una iglesia clandestina en China. Junto a su padre, Yang Shoudao, han esperado a que el Señor Jesús descienda sobre las nubes y los lleve al reino de los cielos. Para ello,

trabajaron diligentemente para el Señor, se aferraron a Su nombre y creyeron que cualquiera que no fuese el Señor Jesús descendiendo sobre las nubes era un falso Cristo. Así pues, cuando oyeron las noticias de la segunda venida del Señor, no las escucharon ni las aceptaron. Creyeron que era mejor vigilar y esperar. … Mientras ellos esperaban impasiblemente, Li Jiayin, prima de Yang Hou’en, aceptó la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días y les difundió el evangelio. Tras varias discusiones intensas, Yang Hou’en entendió finalmente el verdadero significado de “vigilar y esperar”, y pudo ver que las palabras de Dios Todopoderoso son la verdad, el camino y la vida, y que estas son la voz del Señor, y que Dios Todopoderoso es la segunda venida del Señor Jesús que estuvieron esperando durante tantos años…

Recomendación:

        Revelación de los misterios del reino de los cielos | «El despertar del sueño» Película evangélica

        Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor Jesús, Cristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido.

        Declaración especial: la producción de este vídeo la ha realizado la Iglesia de Dios Todopoderoso sin fines de lucro. Los actores que aparecen en esta producción lo hacen de manera voluntaria y no han recibido ningún tipo de retribución. Este vídeo no puede ser distribuido a terceros con ánimo de lucro, y esperamos que todo el mundo lo comparta y lo distribuya de manera pública. Indiquen siempre la fuente al distribuirlo. Sin el consentimiento de la Iglesia de Dios Todopoderoso, ninguna organización, grupo social ni individuo puede falsificar ni tergiversar el contenido de este vídeo.

Correo: contact.es@kingdomsalvation.org

Línea Directa: +34-663-435-098

 

Iglesia de Dios Todopoderoso —— Advertencias de Dios para los últimos días | Cortometraje evangélico “Los días de Noé han llegado”

Iglesia de Dios Todopoderoso —— Advertencias de Dios para los últimos días | Cortometraje evangélico “Los días de Noé han llegado”

Introducción

        Echemos la vista atrás hacia la humanidad durante la era de Noé. El hombre estaba inmerso en todo tipo de actividades maliciosas sin dedicar el menor pensamiento al arrepentimiento.

Nadie escuchaba la palabra de Dios. Su rigidez y maldad despertaron la ira de Dios y, al final, fueron tragados por el desastre del gran diluvio. Sólo Noé y su familia de ocho miembros escucharon la palabra de Dios y fueron capaces de sobrevivir. Ahora los últimos días ya han llegado. La corrupción de la humanidad se acentúa más y más. Todo el mundo reverencia el mal. Todo el mundo religioso sigue la corriente mundana. No sienten el más mínimo amor por la verdad. ¡Los días de Noé ya han llegado! Para salvar a la humanidad, Dios ha regresado una vez más para llevar a cabo la obra de juicio de los últimos días entre la humanidad. ¡Esta es la última vez que Dios salva al hombre! ¿Qué debe elegir la humanidad?

        Esta es una historia verdadera. En vista de que los ciudadanos del condado de Qingping en la provincia de Sichuan se han negado constantemente a aceptar el evangelio del reino de Dios Todopoderoso, se han encontrado con dos situaciones de desastre. Durante el Gran Terremoto de Sichuan, muchos hermanos y hermanas que creían en Dios Todopoderoso fueron milagrosamente protegidos por Dios y sobrevivieron. Se ha dado testimonio de estos hechos: aquellos que aceptan y obedecen a Dios y aquellos que niegan y se resisten a Dios. ¡Estos dos tipos de personas tienen dos finales muy diferentes!

        Relámpago Oriental, la Iglesia de Dios Todopoderoso nació debido a la aparición y a la obra de Dios Todopoderoso, el retorno del Señor Jesús, Cristo de los últimos días. La iglesia está compuesta de todos aquellos quienes sinceramente aceptan la obra de los últimos días de Dios Todopoderoso y están conquistados y salvados por la palabra de Dios. Fue completamente fundada por Dios Todopoderoso personalmente y personalmente la orienta y la pastorea y de ninguna manera fue establecida por ningún hombre. Cristo es la verdad, el camino y la vida. Las ovejas de Dios oyen la voz de Dios. En tanto leas las palabras de Dios Todopoderoso, verás que Dios ha aparecido.

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Iglesia de Dios Todopoderoso —— Himno de la palabra de Dios “Nadie es consciente de la llegada de Dios”

Iglesia de Dios Todopoderoso —— Himno de la palabra de Dios “Nadie es consciente de la llegada de Dios”

Nadie es consciente de la llegada de Dios
I
Nadie es consciente de la venida de Dios,
nadie da la bienvenida a Su llegada.
Aún más, nadie sabe todo lo que Dios hará.
Nuestra vida sigue igual; el mismo corazón, los días se van.
Dios vive entre nosotros como uno más,
como el más sencillo de Sus seguidores, como un humilde creyente.
Dios tiene Sus intereses y Sus propias metas.
Y tiene una divinidad que los hombres no poseen. Oh…
Nadie se ha dado cuenta aún de Su divinidad,
de la diferencia entre Su esencia y la de los hombres.
Vivimos todos junto a Dios, con libertad, sin miedo,
porque lo vemos como un humilde creyente.
II
Dios vigila nuestros movimientos,
y todos nuestros pensamientos e ideas desnudos quedan ante Él.
Desnudos ante Sus ojos estamos.
Nadie se ha dado cuenta aún de Su divinidad. Oh…
Nadie se interesa por la existencia de Dios,
no hay persona que imagine Su función,
y sobre todo, nadie sospecha quién es Dios.
Oh…
Nos limitamos a seguir con nuestra búsqueda,
como si Dios nada con nosotros tuviese que ver.
De “La Palabra Manifestada En Carne”

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